lunes, 1 de junio de 2015

Cuatro años para reescribir el relato político

Para las elecciones del 24 de mayo, nuestro grupo elaboró un programa electoral completo, ambicioso y deliberado, que levantó no pocas ampollas incluso en el seno de la agrupación: ya se sabe que las ideas complejas y atrevidas generan debate y controversia. Así debe ser.
Ahora, a la vista de los resultados, nuestro grupo, mediante nuestra metodología abierta y participativa, debe adaptar su hoja de ruta.

A mi entender no debemos dejar de lado nuestro programa. Tenemos cuatro años para darlo a conocer desde el altavoz que nos da tener una concejalía, aunque previsiblemente no consigamos que se lleve a cabo ninguna de nuestras propuestas, que serán echadas por tierra por el rodillo de la mayoría absoluta del PP antes de ser escuchadas, sólo por proceder de quien proceden.
Sin embargo, esta labor tendrá que ser complementada con una mucho más ingrata y, sin embargo, más urgente. Nuestro programa es, utilizando un símil bélico, un plan de ataque y, dada la correlación de fuerzas que nos dejan los resultados electorales, nuestra labor principal no va a ser la de punta de lanza para recuperar derechos perdidos, como exigimos en nuestro programa, sino la de línea de defensa para defender los derechos que nos quedan.

Es previsible que el nuevo gobierno del Partido Popular deje en poco tiempo en buen lugar la labor del anterior equipo de gobierno. Deseo equivocarme, pero creo que los despidos en la plantilla del ayuntamiento no se harán esperar, volverán las privatizaciones de servicios como los deportes y la cultura, y se cerrarán los pocos huecos por los que los ciudadanos podían enterarse de lo que pasaba en el ayuntamiento y expresar sus ideas. Mucho me temo que en poco tiempo el PP querrá desterrar de los plenos la sucia política para hablar de hacer las cosas "como Dios manda".

Podríamos pensar que con una sola concejala poco podemos hacer. Yo creo que eso no es cierto. Existen muchos ejemplos de grupos políticos que, desde una posición minoritaria, han conseguido denunciar los abusos de la mayoría absoluta, aunque creo que ninguno tan paradigmático como el de la coalición Compromís en las Cortes Valencianas. Encabezados por Mónica Oltra y con un resultado de 6 diputados en las elecciones de 2011 han hecho de la denuncia de la corrupción y las políticas contrarias a los intereses de la ciudadanía adoptadas por el PP su seña de indentidad. Mediante este trabajo, y con la inestimable ayuda del PP, que han tratado de ridiculizar a Oltra durante cuatro años, Compromís ha conseguido 19 escaños en las presentes elecciones y es una opción de gobierno.

Con esto no quiero decir que debamos hacer una campaña electoral de cuatro años de duración a costa del PP, sino que debemos denunciar cada merma de nuestros derechos y cada abuso. Estemos atentos, en contacto con las personas que viven en este pueblo, para convencerles de que somos su voz, sin revanchas, independientemente de a quién hayan votado. Si convencemos a la gente de que no debe callarse ante un despido, un trato de favor o un acuerdo incumplido, estos gestos tendrán un precio político para el PP, y eso no sólo nos acercará al cambio dentro de cuatro años, sino que les hará pensárselo dos veces antes de reincidir en estas conductas. Como dice Alberto Garzón, la Unidad Popular no es juntarse para las elecciones, es construir un proyecto político juntos, desde abajo y no desde posiciones jerarquizadas dentro de un partido.

Creo que con esta estrategia tenemos una oportunidad de cambiar el Ayuntamiento, porque, a pesar de los resultados electorales, no creo que Los Molinos sea un pueblo de derechas. Creo que es un pueblo en el que ha cundido un relato anti-izquierda ("Los comunistas que se vayan a plantar cebollinos"), pero nosotros y nosotras somos capaces de construir un nuevo relato más cercano a la verdad y al día a día de la ciudadanía. La gente no es tonta, y no se les puede tener engañados indefinidamente. Como dijo Bárbara en su discurso de cierre de campaña, pretenden hacer creer a los vecinos y vecinas que nosotros venimos a expropiarles las casas, pero la realidad es que las casas se las están quitando los bancos para después dejarlas vacías.

Miguel García Toscano

2 comentarios:

  1. Quizá mientras tanto, podríais quitar todos los restos que habéis dejado tras la campaña. Aquellos a los que tanto insultais ya lo han hecho. Eso demuestra el respeto que tenéis por el pueblo.

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  2. Qué despiste! Estos no nos los van a quitar unos amables voluntarios una noche cualquiera? Entonces tendremos que quitarlos nosotros, para poder demostrar que queremos al pueblo. Mientras tanto, anónim@, cuéntame por favor a quién hemos insultado.
    Miguel García Toscano

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