sábado, 5 de diciembre de 2015

Antes de que llegue Nochebuena

Puede que algun@ de vosotr@s no se haya enterado, pero para el próximo día 20 de Diciembre hay convocadas unas Elecciones a las Cortes Generales. Es llamativo que las llamen así, como si lo que fuésemos a decidir fuera nuestra representación en las Cámaras que ostentan el Poder Legislativo del Estado y que a la postre eligen al máximo representante del Ejecutivo, y que luego veamos las cosas que vemos en la campaña electoral. No sé como puede ayudarnos para decidir esto ver a nuestros candidatos tocando la guitarra, jugando al futbolín, haciendo zumos o recibiendo un masajito de Pablo Motos.

Desde mi más sincera ignorancia, creo que las elecciones generales han tenido cada vez un elemento determinante  diferente, algo que ha terminado por decantar la balanza a un lado o a otro. La inestabilidad política de la Transición, el 23-F, los GAL, Filesa... son cosas que me quedan muy lejos, pero recuerdo bien aquel 14 de marzo en el que el Partido Popular nos llamó imbéciles con la desesperada intención de demostrar que nuestra participación en la invasión de Irak no había alimentado el odio de parte del mundo islámico contra nosotros y nos había puesto en el punto de mira de la Yihad, o el 20 de noviembre de 2011 en el que los españoles, con nuestra peculiar filosofía, castigamos la claudicación de ZP ante la Troika modificando el artículo 135 de la Constitución y abriendo el melón de los recortes para ponernos en manos de su socio en esa claudicación, que al poco de empezar a gobernar cambió recortes por hachazos a la paz social y los derechos de los ciudadanos de a pie.

Si tuviera que explicar los resultados de estas elecciones que aún no han tenido lugar, sin embargo, todavía no sabría bien en qué basamos los españoles nuestro criterio. Más bien diría que esta vez no tenemos que esforzarnos en elegir. Nos están diciendo muy claro qué votar para que no cometamos errores.

Hace poco más de un año, unas cuantas personas, procedentes de 15-M, de movimientos sociales, de proyectos políticos con un largo recorrido aunque lejos del circuito "mainstream" que sacan por la tele, miembros de la otrora generación mejor preparada de la historia, ahora conocida como la Generación Perdida, echamos a andar un camino con una meta muy clara: asaltar las insituciones para llenarlas de miembros de la clase trabajadora que defienda los intereses de la mayoría, echando a una especie de aristocracia política que no había terminado de desaparecer tras la dictadura de Franco y que sigue haciendo y deshaciendo a su antojo desde las instituciones.

Estas personas formamos Podemos, y ahora, cuando nos enfrentamos a la etapa reina de esta carrera, nos vemos algo desfondados, dubitativos al ver los errores (algunos graves) que hemos cometido, los compañeros con los que no hemos sabido entendernos y que sin embargo son una parte fundamental de esta lucha, y también confundidos y con cierta sensación de impotencia, porque ahora vemos que hemos subestimado la capacidad de respuesta del régimen, que ha visto cómo heríamos de gravedad al bipartidismo y está respondiendo con todas sus armas, algunas de ellas nuevas.

En algún lugar de este país, estoy seguro, hay una radio, un periódico o una tele en la que no se esté hablando bien de Albert Rivera. En realidad no estoy tan seguro, pero necesito creer que es así. Esta mañana he tenido que oír cómo en una tertulia, mientras que uno de los participantes admitía a regañadientes que El Niño Bonito del Ibex-35 tenía algunos defectos en su dialéctica y su imagen- eso sí, sin pasarse: decían que es algo frío y altivo- los demás periodistas le respondían al unísono que era un seductor sin parangón, que iba rompiendo corazones por las redacciones y que no había nada más sexy que ser frío y distante. No he podido soportar tanta equidistancia en plena campaña electoral y he apagado la radio.

Me da la impresión de que esta campaña electoral es como el cuento de El Traje del Emperador, y que los periodistas, esa quintaesencia de la profesionalidad patria, son los consejeros del emperador, construyendo un relato en el que Rivera es guapo, habla bien, está muy preparado, tiene un partido limpio y bien estructurado y, lo más difícil de creer para mí, es un tío de centro. Para mí no hay nada más de centro que crear dos sistemas de salud: uno para los que existen oficialmente y otros para los que solo están aquí en el plano material pero les falta lo más importante, el papelito en el que pone que tienen derechos. También es muy moderado querer subir el sueldo del Presidente del Gobierno y creer que subir el salario mínimo desincentiva la creación de empleo. Pero lo más regenerador de todo es que tus campañas electorales las financie un fondo de inversión de la industria armamentística de EEUU y estés a favor de bombardear Siria cuando antes te mostraste en contra de hacer lo mismo en Libia o Irak.

Me parece que de lo más acertado que ha dicho Pablo Iglesias en los últimos tiempos es aquello de que Albert no es de derechas, sino de lo que haga falta. Ahora solo me queda por saber si los ciudadanos españoles seremos capaces de hacer como el niño del cuento del Emperador o nos vamos a creer las milongas de los medios de comunicación . Todavía estamos a tiempo de averiguar la verdad sobre Papá Noel antes de que llegue la Nochebuena y nos llevemos un soponcio.

PS: Puede parecer la reflexión de un podemita resentido, que también, pero si piensas así deberías echar un vistazo a este breve documental sobre los medios de comunicación.

Miguel García Toscano, S.G. del Círculo Podemos Los Molinos.

2 comentarios:

  1. Me parece una reflexión interesante.
    Solo señalar que vosotros tampoco sois de derechas ni de izquierdas (según vuestra propia definición). Sois o erais transversales, esto es, de lo que haga falta.
    Y que el aire que los medios de comunicación estan dando ahora a Rivera os lo dieron antes a vosotros. ¿Lo habeis olvidado?

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  2. Puede parecer lo mismo, pero a mi entender hay varias diferencias importantes.

    Me parece que el fenómeno de Podemos y de C's son inversos: en el primer caso los medios se hicieron eco de un fenómeno social y le dieron difusión hasta convertirlo en un fenómeno televisivo, y en el segundo caso han dado difusión a una creación propia con el fin de que se convierta en un fenómeno social.
    Pablo Iglesias se estaba haciendo popular en diferentes platós de televisión como tertuliano habil que fustigaba a la derecha más rancia, y a partir de ahí puso en marcha su "operación coleta", creando un partido político y consiguiendo cinco eurodiputados en las elecciones europeas. Los medios siguieron de cerca el tema porque les daba mucha audiencia, hasta que se les dió un toque, y desde entonces su actitud frente a nosotros ha cambiado, como cualquiera puede ver.

    C's es un partido que tiene casi una década de antigüedad, y tenía un nicho de votantes muy definido como fuerza reactiva al soberanismo catalán. En cuestión de meses, desde que el presidente del Banco Sabadell dijo que necesitábamos un Podemos de derechas, los medios de masas empezaron a cubrir cada paso que daban, y con un enfoque acrítico similar al que se le da hoy en día a Adolfo Suárez, con la diferencia de que a Suárez en su día se le dió hasta en el carnet de identidad.

    Me parece que constantemente se está tratando de hacer ver a la ciudadanía que el trato dispensado a ambos partidos es el mismo, pero te invito a que leas el siguiente artículo de eldiario.es https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwim7era5tDJAhWBVxoKHeNTDEwQqQIIJTAA&url=http%3A%2F%2Fwww.eldiario.es%2Fpolitica%2FAlbert-Rivera-candidato-articulos-opinion_0_460204225.html&usg=AFQjCNGEUsYykBs3Cw2trEriE1WH0Mpa5Q

    En cuanto a la eterna cuestión de la derecha y la izquierda, creo que es fácil de entender lo que se quiere decir con lo de "ni de izquierdas ni de derechas": lo que se busca es eliminar del debate las banderas y los subterfugios identitarios que han servido a partidos como el PSOE para representar un papel de contrapeso del PP que ha hecho mucho daño a la sociedad española, en tanto que solamente han defendido los derechos sociales cuando salían las cuentas, cuando deberían estar por delante de la estabilidad presupuestaria. Cualquiera sabe definir a Podemos en el espectro ideológico, pero creo que eso no es lo importante.

    Un saludo

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